
Los síntomas derivados del ébola suelen aparecer dentro de un periodo bastante alto: de 2 a 21 días, dependiendo de diversos factores. Los primeros síntomas son fiebre alta, cansancio y dolor de articulaciones, pequeñas hemorragias en la nariz o en las heces, leve dolor abdominal, fuertes dolores de cabeza... Por estos síntomas la enfermedad es fácilmente confundible con la malaria. Durante la semana siguiente a la aparición de los síntomas, aparece una deshidratación progresiva y molestias para tragar, debido a una inflamación general de los gánglios. Más allá de una semana aparecen las temidas hemorragias masivas, sin motivo aparente el paciente sangra de forma abundante, siendo difícil detener el sangrado. También se producen erupciones, conjuntivitis y un aumento de la sensación de dolor en la piel. Progresivamente los síntomas empeoran llegando a las convulsiones, hemorragias incontrolables, coma y shock hipovolémico, causado por la pérdida de sangre. En la mayoría de los casos, en un plazo de dos semanas después de los primeros síntomas el paciente muere por el efecto del shock hipovolémico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario