El ébola es, como ya se ha mencionado, uno de los virus con más capacidad de transmisión entre humanos y animales. Por tanto, se debe tener especial cuidado en no contraer esta enfermedad. El virus está limitado en un área concreta, de clima ecuatorial y tropical. Geográficamente, este clima se distribuye entre los dos trópicos. Además, de momento solo ha aparecido en el continente africano y en los archipiélagos del sudeste asiático. No se debe viajar a esas zonas si no es necesario, y en el caso de estar allí deben evitarse los lugares más problemáticos, aquellos lugares donde se detectaron focos del virus.
En el caso del tratamiento al enfermo, de sus desechos y del material del que se valga, es imprescindible la más intransigente higiene médica, además del aislamiento y cuarentena del enfermo. Se debe cuidar el más mínimo detalle, ya que una mala actuación podría suponer la propagación de un virus altamente peligroso. Todo el material y ropa que haya estado en contacto con el virus debe ser destruida, y desinfectada y restituida cada vez que se visita al enfermo.
Para los animales, el tratamiento y manejo es similar, ya que el virus es el mismo y por tanto, las medidas de su prevención iguales. Debe ser aislado de su manada o grupo para evitar que infecte a todos sus congéneres, y tampoco debe tener contacto con otros seres vivos que podrían servir como vehículo para el virus, aunque esos animales no se vean afectados por el virus.

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